Cartagena: la huella del Modernismo

Recreación de personajes de la época
Modernismo es un término que hace referencia a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo XIX y principios del XX.

Basándose en las ideas estéticas de John Ruskin y William Morris, el modernismo tiene como intención crear un arte nuevo, joven, libre y moderno, que representa una ruptura con los estilos dominantes en la época. De manera general, se incorporaron motivos de la naturaleza y diferentes materiales provenientes de la Revolución Industrial, como el hierro y el cristal.

Esta corriente artística se deja ver en la joyería, cristalería, cerámica, mobiliario, forja, pintura, escultura, arquitectura… Esta última rama nace en Bélgica con Van de Velde y Victor Horta. Aparece gracias a que se tomó conciencia de la necesidad de crear una arquitectura propia de la época y no heredada de modelos antiguos. 

En Cartagena el modernismo deja una huella imborrable. En un contexto en el que la Ciudad Portuaria acababa de finalizar sin éxito la rebelión cantonal, Cartagena es sometida a una importante regeneración. El final del siglo XIX coincide con un extraordinario auge en la explotación de la sierra minera de la comarca de Cartagena, y los cartageneros volvieron la mirada hacia sus minas de plata donde encontraron un buen filón, que les sirvió para que la ciudad se fuera recuperando. Como consecuencia de esta actividad, surgió una potente burguesía, competitiva entre sí, que gozaba mostrando su poder económico. 

Modernismo en el barrio Peral
En esta época surge también el Ensanche de la ciudad, debido al proyecto de expansión que pretendía rebasar las murallas, que fueron destruidas ampliamente, para construir una nueva zona con amplias avenidas, tomando ejemplo de otras ciudades como Barcelona. Por otra parte, el casco antiguo de Cartagena es transformado con la arquitectura modernista: se construyen palacetes, casonas, un nuevo ayuntamiento, una estación de trenes, fábricas y colegios, entre otras construcciones. 

Cartagena es la segunda ciudad de España con más construcciones modernistas de España, por detrás de Barcelona. Si paseamos por las calles más céntricas de la ciudad, podremos observar estas valiosísimas obras arquitectónicas como por ejemplo: Casa Zapata, Casa Dorda, Casa Pedreño, Gran Hotel, Casa Maestre, Casa Llagostera, Casa Cervantes, Palacio de Aguirre… En este último, actualmente, se encuentra el Museo Regional de Arte Moderno (MURAM), que alberga exposiciones temporales y cuya visita incluye un paseo por el palacio. 

Para la construcción de estas joyas arquitectónicas, la ciudad contó con grandes arquitectos como Tomás Rico Valarino, Carlos Mancha, Francisco de Paula o Victor Beltrí, que fue influenciado por Gaudí. 

Sin duda alguna, gracias a este movimiento modernista, Cartagena no solamente se recuperó de las heridas del frente cantonal, sino que también se convirtió en una de las ciudades más señoriales y prósperas de toda España, adquiriendo una gran importancia en los campos militares, industriales y comerciales. 

Casino en la calle Mayor

Actualmente, la Ciudad Portuaria pertenece a la Ruta Europea del Modernismo, con la que se pretende desarrollar mecanismos útiles y eficientes para la promoción internacional y la protección del patrimonio modernista.

Entrada publicada el 12/06/13