La huella del terror

Cartagena a las víctimas del terrorismo
El 20 de octubre de 2011 ETA anunciaba el cese definitivo de su actividad armada, algo que, a pesar de no proclamar su disolución y la entrega de las armas, hizo que la esperanza del pueblo español, por vivir en un mundo dónde reine la paz, se viera incrementada.

En la Ciudad Portuaria la banda armada también ha dejado su huella. El 12 de septiembre de 1990 un coche bomba causó 17 heridos en la casa cuartel de la Guardia Civil. Era el primer atentado en la Región de Murcia. Por aquella época era el hijo de Antonio Tejero, el golpista, el comandante que estaba al mando del cuartel.

Alrededor de las dos de la madrugada de aquel día, explotó un coche bomba frente a la casa cuartel de la Guardia Civil. En este atentado en la Ciudad Portuaria, sólo hubo que lamentar daños materiales en viviendas y en coches de los vecinos de la zona. Las consecuencias más importantes fueron la destrucción del muro de la casa cuartel, así como la vivienda situada en el primer piso, deshabitada en aquel momento. No se produjeron víctimas mortales, pero un total de 17 personas tuvieron que ser atendidas, debido principalmente a ataques de ansiedad e histeria, en el hospital de la ciudad, Santa María del Rosell. En torno a 110 familias fueron directamente afectadas en mayor o menor medida por dicho atentado. Gracias a que las cocheras estaban abiertas, se evitó que se produjera una condensación de la onda expansiva. 

El coche con el que se produjo el atentado llevaba 200 kilos de amonal y era un coche robado. Una fuente declaró, en aquel tiempo, que vio a un joven estacionar un coche, con matrícula de Valencia, a pocos metros del cuartel y que posteriormente lo trasladó a la zona prohibida de aparcamiento, situada en la parte delantera de las instalaciones de la Benemérita. 

Según los testimonios de vecinos de la ciudad de la época, la explosión se pudo escuchar por todo el ensanche, el casco histórico y los barrios de alrededor. El sentimiento fue de rabia e impotencia. Cabe recordar que, por aquella época, todavía funcionaba el colegio de educación infantil “Virgen del Pilar”, por lo que si el atentado hubiese sido en otra hora, las consecuencias podían haber sido imprevisibles. 

Como pudisteis leer en la entrevista que le hice a Ángel Esquembre, él fue el encargado de reconstruir los daños ocasionados. Después del atentado, Antonio Tejero Díez acudió al Servicio Militar de Construcciones, en el que trabajaba Ángel, y fue finalmente el que realizó las obras. 

Desde 2009 Cartagena rinde homenaje a las víctimas del terrorismo con una gran escultura (fotografía del principio de la entrada) del artista madrileño Víctor Ochoa, titulada “El Zulo”, ubicada en la explanada del puerto, frente a Héroes de Cavite. La estatua, construida en bronce hueco, tiene una altura de 4,80 metros y pesa 2 toneladas. La adquisición de esta escultura fue una iniciativa de la alcaldesa de la Ciudad Portuaria, Pilar Barreiro, y de los exalcaldes de la democracia, ya que consideraron que el homenaje de Cartagena a las víctimas del terrorismo, debía realizarse mediante una obra de arte que se convirtiera en una nueva aportación a la identidad de la ciudad.
Entrada publicada el 06/11/11